Desde tiempos inmemorables crear un concepto sobre la comunicación como ta, ha sido objeto de discrepancias entre diversas disciplinas (ingeniería, antropología, lingüística y comunicología). A raíz de estas diferencias, se ha tomado el capítulo 2 del libro o apartado “Lingüística y enseñanza de la lengua” de Marta Marín, con el fin de realizar un análisis puntual acerca del tema antes mencionado. Las preguntas que guiarán este recorrido son las siguientes: ¿Cómo era considerado el modelo de Jakobson por los antropólogos? ¿Qué quiere decir la autora con la expresión “la comunicación es más que lenguaje”? ¿Por qué se dice que hay una estrecha relación entre los comportamientos sociales y la comunicación? ¿Por qué está constituida la situación comunicativa? ¿Cuál es la diferencia que existe entre el modelo de Jakobson y el de Kerbrat-Orichioni? ¿Cuáles son las funciones del lenguaje según Jakobson y Halliday?
El concepto de comunicación y las diferencias encontradas por antropólogos que explicitaban “que los seres humanos transmiten modos de conductas”, trajo consigo deferencias, pues a raíz de estas se consideraron inaceptables los modelos de Jakobson por ser “esquemáticos y mecanicistas”. Esto se traduce, en que dichos modelos seguían el enfoque estructuralista. Así surgieron nuevas construcciones de la definición y se llegó a la conclusión de que la comunicación presenta más elementos de los que se puede cualquier estudioso del área imaginar; estos pueden ser internos o externos tanto al emisor y receptor.
En otro orden de ideas, la autora menciona que “la comunicación es más que lenguaje”, haciendo referencia a que la comunicación consta de otros atributos que pueden pertenecer a rasgos o aspectos heredados por la cultura; como por ejemplo la comunicación no verbal: gestos, movimientos, silencios, expresiones faciales, etc. De igual forma, existe una estrecha relación entre los comportamientos sociales y la comunicación dentro de lo cual, lo lingüístico es un subsistema; esto es así porque ella integra múltiples comportamientos como la palabra, entonación, los gestos, mímicas, mirada, espacio interindividual, etc. Por consiguiente, se puede afirmar que dichos comportamientos tienen reglas sociales de utilización del lenguaje: interlocutor, tema, lugar y relación con el interlocutor.
Por otra parte, según Jakobson la situación comunicativa está constituida por las personas; factores psíquicos que son regidos por la mente (sociales, lingüístico y cognoscitivo) y los factores situacionales que lo determina el contexto de relación (el lugar, asunto y momento). Sin embargo, la lingüista francesa Kerbrat Orecchioni formuló un nuevo esquema de comunicación, que explica que las competencias lingüísticas y paralingüísticas incluyen la capacidad para armar enunciados e interpretarlos. Asimismo, se puede evaluar la entonación, los gestos y todos los aspectos no verbales a través del conocimiento del mundo o del universo ideológico de cada persona lo cual va a incidir en las determinaciones psicológicas, o lo que es lo mismo, en las ideas o imágenes que se crean los que se comunican.
Por otro lado, la redactora del capítulo
explicita que existen otros factores que intervienen en la comunicación, entre ellos están: el ruido, que es entendido
en el esquema matemático como una interferencia indeseable y contra-argumentado
por la antropología, que especifica que este es inherente a la comunicación, es
decir, que es propio de ella y que él existe en cuanto es y ella existe.
También está la redundancia, que es entendida como “expresiones que hay que
evitar” (normativa tradicional), sin embargo, ahora utilizada para enfatizar y
aclarar lo que se dice, la ambigüedad que se traduce a que al mensaje se le da
más de una interpretación y “el código que es un sistema de señales, al igual
que la lengua en cuanto al sistema abstracto se refiere” pero quedarían fuera
los factores psíquicos, discursivos y sociales mencionados anteriormente, es
por ello que en la actualidad es más conveniente utilizar “producción e
interpretación” por resultar menos mecanicistas y más abarcadores y sobre todo
flexibles.
En otro tenor, Jakobson aborda el subtema de “las funciones del lenguaje” con el fin de explicar que cuando se habla no se hace porque sí, sino porque se quiere lograr un propósito en el enunciatario. Es así como estas funciones están relacionadas con un componente teórico de la comunicación. Por ejemplo, a informar le corresponde la función referencial (comunicación de datos, hechos), a influir la función conativa (para que el receptor actúe o piense de cierta forma) a expresar subjetividad la función emotiva (deseo de la propia interioridad del emisor), a mantener la comunicación la función fática (aparece cuando el mayor interés de los participantes es mantener abierto el canal de comunicación) a crear arte verbal la función poética ( orientada al mensaje por el mensaje mismo) y a hablar del lenguaje la función metalingüística (centrada en el código, el lenguaje es el único código reflexivo que se vuelve sobre sí mismo).
En contraste a lo postulado por Jakobson en el párrafo anterior, el sociolingüista Halliday propone tres funciones generalizadas del lenguaje: la ideacional (experiencias internas y externas), la interpersonal (la lengua se utiliza para establecer relaciones sociales) y la textual (el mensaje está estructurado como texto coherente). Así Halliday distingue las variedades relacionadas con los usuarios y las relacionadas con la situación comunicativa, la primera hace referencia a lo social y la segunda a lo situacional. Las variedades relacionadas con los usuarios son los dialectos (debido a la región), sociolectos (debido al grupo social) y cronolectos (debido al rengo de edad). Además, se mencionan las variedades relacionadas a la situación: oral/escrito; profesional/ no profesional y formal/informal.
Como hemos visto, la comunicación se
establece de diferentes maneras, no solo por medio del lenguaje sino a través
de gestos, mirada y el silencio, todos los elementos no verbales que producen
comunicación por sí mismos o están presentes en la comunicación verbal. También
los elementos comunicativos no verbales, son culturales y sociales, y conducen
a demostrar que hay una serie de comportamientos sociales llamados lectos ligados
a la comunicación. Así queda demostrado que cada uno de estos modelos, tanto el
de Jakobson como el de Orecchioni fueron aportes importantes para el desarrollo
de esta rama y para poder
llegar a establecer un “nuevo esquema de la comunicación”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario