“La
Identificación de Secuencias Textuales”, “Los Textos
Académicos: entre la Exposición y la Argumentación”
Desde el siglo pasado la preocupación dominante por explicar la naturaleza de los textos llevó a la búsqueda de un sistema de ordenamiento de los tipos de estos con el objetivo de definir los géneros, clasificarlos y construir una tipología a fin de desentrañar la naturaleza de las estructuras textuales. Este trabajo se propone indagar aspectos como las secuencias que coexisten en ellos, la explicación y la argumentación como dos polos de un mismo continuum; basándose específicamente en el Capítulo 5: “La Lectura y la Escritura en la Universidad” de la Directora de la Maestría en Análisis del Discurso de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Elvira N. de Arnoux et al, con el propósito de dar a conocer información expresando juicios de valor acerca del capítulo antes mencionado. Las preguntas que guiarán este recorrido son las siguientes: ¿Cuál es el género y la organización del texto? ¿Qué plantea la autora? ¿Cuál es tema? ¿Qué dicen otros autores? ¿Cuál es la imagen del enunciador, la macroestructura en función del tema o tesis y sus aspectos principales?
El capítulo 5 de la obra de Arnoux es un ensayo expositivo-explicativo de estructura canónica. La autora explica que los textos son objetos complejos, debido a que cada uno de ellos se combina de una forma particular a las que llama secuencias textuales. Así pues, estas corresponden a una unidad constituyente del texto, de un nivel menor a este; compuestas por proposiciones con una organización propia debido a que ellas aluden al esquema de organización interna del contenido que se ubican entre la frase y el texto. Es ahí donde radica el problema, pues hay lingüistas que hablan sobre tipología textual, sin embargo, J. M. Adam postula que es incorrecto hablar de tipos de textos, pues no existen discursos puros, ya que coexisten varias secuencias en un mismo escrito aunque siempre hay una que prima por sobre otra; a raíz de eso solo se puede establecer la existencia de “secuencias prototípicas”, es decir, ejemplares de algunas que se toman como modelo para crear otras de la misma clase, ya sea: “narrativa, descriptiva, expositiva-explicativa, dialogal, argumentativa o instruccional”.
Por otra parte, la autora expone que la finalidad de la lectura no es solo la de extraer datos sino que es necesario adquirir conocimientos, analizar problemas, formar juicios críticos. De allí que los textos académicos se estructuren, básicamente, desde lo expositivo-explicativo y desde lo argumentativo. En “La identificación de secuencias textuales”, “Los textos académicos: entre la exposición y la argumentación”, la autora explicita que “la exposición-explicación y la argumentación son dos polos de un continuum”. Tanto en uno como en otro es posible desarrollar una exposición razonada sobre un tema como fundamentar una opinión. “El despliegue discursivo del razonamiento constituye el esqueleto habitual a ambos tipos”.
En contraste a lo mencionado en el párrafo anterior, aunque la exposición-explicación y la argumentación son un polo de un mismo continuum poseen características que los diferencia uno de otro, así pues mientras el polo expositivo-explicativo se presenta como un saber construido, legitimado o como saber teórico el polo argumentativo se presenta como la construcción de nuevos conceptos; en otras palabras, en el texto expositivo el enunciador toma distancia del enunciado, su objetivo principal es informar, mientras que en el argumentativo el propósito es persuadir o convencer al lector. Elvira de Arnoux, se puede definir como una especialista en el tema que busca recabar y dar a conocer la dimensión enunciativa que conforman los textos. Esta experta organiza las ideas en forma de comparación contraste, para expresar que los textos explicativos se acercan al polo argumentativo y algunos textos argumentativos se presentan como desarrollos objetivos, aunque ninguno de estos se fusiona, pues existe una secuencia que predomina sobre otra, aunque la que predomina se ayuda de otra en específica para transmitir información.
En resumen, ningún texto está formado por una sola secuencia, debido a que siempre habrá una que predomina sobre el resto, pero esta se ayudará de otras para transmitir una información en específico. Además, la exposición y la argumentación se sirven una de otra, porque como dice Elvira N. ''en ambas se puede desarrollar una exposición razonada de un tema o la solución a un problema".
El capítulo 5 de la obra de Arnoux es un ensayo expositivo-explicativo de estructura canónica. La autora explica que los textos son objetos complejos, debido a que cada uno de ellos se combina de una forma particular a las que llama secuencias textuales. Así pues, estas corresponden a una unidad constituyente del texto, de un nivel menor a este; compuestas por proposiciones con una organización propia debido a que ellas aluden al esquema de organización interna del contenido que se ubican entre la frase y el texto. Es ahí donde radica el problema, pues hay lingüistas que hablan sobre tipología textual, sin embargo, J. M. Adam postula que es incorrecto hablar de tipos de textos, pues no existen discursos puros, ya que coexisten varias secuencias en un mismo escrito aunque siempre hay una que prima por sobre otra; a raíz de eso solo se puede establecer la existencia de “secuencias prototípicas”, es decir, ejemplares de algunas que se toman como modelo para crear otras de la misma clase, ya sea: “narrativa, descriptiva, expositiva-explicativa, dialogal, argumentativa o instruccional”.
Por otra parte, la autora expone que la finalidad de la lectura no es solo la de extraer datos sino que es necesario adquirir conocimientos, analizar problemas, formar juicios críticos. De allí que los textos académicos se estructuren, básicamente, desde lo expositivo-explicativo y desde lo argumentativo. En “La identificación de secuencias textuales”, “Los textos académicos: entre la exposición y la argumentación”, la autora explicita que “la exposición-explicación y la argumentación son dos polos de un continuum”. Tanto en uno como en otro es posible desarrollar una exposición razonada sobre un tema como fundamentar una opinión. “El despliegue discursivo del razonamiento constituye el esqueleto habitual a ambos tipos”.
En contraste a lo mencionado en el párrafo anterior, aunque la exposición-explicación y la argumentación son un polo de un mismo continuum poseen características que los diferencia uno de otro, así pues mientras el polo expositivo-explicativo se presenta como un saber construido, legitimado o como saber teórico el polo argumentativo se presenta como la construcción de nuevos conceptos; en otras palabras, en el texto expositivo el enunciador toma distancia del enunciado, su objetivo principal es informar, mientras que en el argumentativo el propósito es persuadir o convencer al lector. Elvira de Arnoux, se puede definir como una especialista en el tema que busca recabar y dar a conocer la dimensión enunciativa que conforman los textos. Esta experta organiza las ideas en forma de comparación contraste, para expresar que los textos explicativos se acercan al polo argumentativo y algunos textos argumentativos se presentan como desarrollos objetivos, aunque ninguno de estos se fusiona, pues existe una secuencia que predomina sobre otra, aunque la que predomina se ayuda de otra en específica para transmitir información.
En resumen, ningún texto está formado por una sola secuencia, debido a que siempre habrá una que predomina sobre el resto, pero esta se ayudará de otras para transmitir una información en específico. Además, la exposición y la argumentación se sirven una de otra, porque como dice Elvira N. ''en ambas se puede desarrollar una exposición razonada de un tema o la solución a un problema".
Bibliografía
Elvira de Arnoux
et al. (2002). “La Lectura y la Escritura en la Universidad.
Argentina
J.M. Adam.
(1992). Les textes. Types et prototypes. París
Hola profe
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